La fiebre es el motivo más frecuente de consulta en Urgencias y uno de los síntomas (en realidad es un signo, ya que lo podemos medir) que más alarma a los padres.
Está en nuestro inconsciente colectivo, asociamos fiebre a gravedad y a la inversa, podemos no reconocer una situación grave porque el niño no tiene fiebre.
La fiebre tiene muchas muchas causas, la mayoría infecciosas y afortunadamente la mayoría banales.
Como es un tema muy amplio, lo abordaremos en distintos capítulos.
El momento adecuado para consultar depende de dos factores: edad del niño y estado del niño.
Si consultamos muy pronto es muy posible que todavía no sea evidente las causa de la fiebre para el pediatra y tendremos que volver más tarde. Además de incómodo, también existe el riesgo, sobre todo en el caso de visitas repetidas a servicios de Urgencias, de que se realicen pruebas complementarias innecesarias o antes de lo debido, con lo que el rendimiento de la prueba es menor. Tampoco es infrecuente la prescripción de antibióticos no necesarios.
Todo niño menor de 3 meses con fiebre, especialmente los menores de un mes, deben consultar con premura (horas), porque el riesgo de infección bacteriana potencialmente grave es relativamente alto. No podemos esperar toda una noche con un neonato con fiebre esperando a nuestro pediatra, deberemos sin duda acudir a Urgencias, porque además serán necesarias practicar pruebas complementarias.
En los bebés de 3 meses a 2 años, podemos esperar unas horas siempre que el niño esté muy bien, pero cuanto más pequeño, antes consultaremos.
En general en las primeras 6-12 horas (3-6 meses), 12-24 horas para los lactantes de 6-12 meses, y 24-36 horas para los niños de 1 a 2 años. Para los más mayorcitos entre el 2 y 3º día de fiebre es un buen momento.
Estos tiempos son totalmente orientativos y muy subjetivos, no están en ningún libro y seguramente habrá pediatras que no estén de acuerdo, pero en mi humilde opinión es una aproximación bastante razonable para una pregunta tan difícil.
Esto significa que en la gran mayoría de los casos no será necesario acudir a Urgencias y el niño podrá ser valorado por su pediatra habitual.
- ¿ Cuándo acudiremos antes?-
*En niños inmunodeprimidos.
*Niños no vacunados o con vacunación incompleta.
*Fiebre muy alta (hiperpirexia): > 40-41ºC según distintos autores, en resumen >40,5ºC .
*Cuando aparezcan síntomas o signos de gravedad: mal estado general, dificultad para respirar, mal color, tendencia a la somnolencia excesiva, aparición de petequias (manchas en la piel que no se borran al estirarla), irritabilidad o llanto no consolable, decaimiento excesivo a pesar de ceder fiebre, fiebre que no cede con medidas físicas o antitérmicos, cefalea o vómitos que no ceden y en general cualquier estado del niño que nos parezca intranquilizador o alarmante.
Los padres suelen ser muy intuitivos(sobre todo las madres) y cuando están convencidas de que el niño no está bien o está distinto o peor que otras veces que ha tenido fiebre, suelen acertar.
Por tanto lo importante no es la fiebre en sí, sino su causa. Así, aunque el niño esté fenomenal, si no tenemos una causa para la fiebre, tendremos que programar visitas sucesivas hasta que sepamos la causa.
En la gran mayoría de los casos no serán necesarias pruebas y tampoco tomar antibióticos, algo que a veces frustra a los padres que acuden a Urgencias con estos objetivos en mente.
Está en nuestro inconsciente colectivo, asociamos fiebre a gravedad y a la inversa, podemos no reconocer una situación grave porque el niño no tiene fiebre.
La fiebre tiene muchas muchas causas, la mayoría infecciosas y afortunadamente la mayoría banales.
Como es un tema muy amplio, lo abordaremos en distintos capítulos.
El momento adecuado para consultar depende de dos factores: edad del niño y estado del niño.
Si consultamos muy pronto es muy posible que todavía no sea evidente las causa de la fiebre para el pediatra y tendremos que volver más tarde. Además de incómodo, también existe el riesgo, sobre todo en el caso de visitas repetidas a servicios de Urgencias, de que se realicen pruebas complementarias innecesarias o antes de lo debido, con lo que el rendimiento de la prueba es menor. Tampoco es infrecuente la prescripción de antibióticos no necesarios.
Todo niño menor de 3 meses con fiebre, especialmente los menores de un mes, deben consultar con premura (horas), porque el riesgo de infección bacteriana potencialmente grave es relativamente alto. No podemos esperar toda una noche con un neonato con fiebre esperando a nuestro pediatra, deberemos sin duda acudir a Urgencias, porque además serán necesarias practicar pruebas complementarias.
En los bebés de 3 meses a 2 años, podemos esperar unas horas siempre que el niño esté muy bien, pero cuanto más pequeño, antes consultaremos.
En general en las primeras 6-12 horas (3-6 meses), 12-24 horas para los lactantes de 6-12 meses, y 24-36 horas para los niños de 1 a 2 años. Para los más mayorcitos entre el 2 y 3º día de fiebre es un buen momento.
Estos tiempos son totalmente orientativos y muy subjetivos, no están en ningún libro y seguramente habrá pediatras que no estén de acuerdo, pero en mi humilde opinión es una aproximación bastante razonable para una pregunta tan difícil.
Esto significa que en la gran mayoría de los casos no será necesario acudir a Urgencias y el niño podrá ser valorado por su pediatra habitual.
- ¿ Cuándo acudiremos antes?-
*En niños inmunodeprimidos.
*Niños no vacunados o con vacunación incompleta.
*Fiebre muy alta (hiperpirexia): > 40-41ºC según distintos autores, en resumen >40,5ºC .
*Cuando aparezcan síntomas o signos de gravedad: mal estado general, dificultad para respirar, mal color, tendencia a la somnolencia excesiva, aparición de petequias (manchas en la piel que no se borran al estirarla), irritabilidad o llanto no consolable, decaimiento excesivo a pesar de ceder fiebre, fiebre que no cede con medidas físicas o antitérmicos, cefalea o vómitos que no ceden y en general cualquier estado del niño que nos parezca intranquilizador o alarmante.
Los padres suelen ser muy intuitivos(sobre todo las madres) y cuando están convencidas de que el niño no está bien o está distinto o peor que otras veces que ha tenido fiebre, suelen acertar.
Por tanto lo importante no es la fiebre en sí, sino su causa. Así, aunque el niño esté fenomenal, si no tenemos una causa para la fiebre, tendremos que programar visitas sucesivas hasta que sepamos la causa.
En la gran mayoría de los casos no serán necesarias pruebas y tampoco tomar antibióticos, algo que a veces frustra a los padres que acuden a Urgencias con estos objetivos en mente.
Gracias por tu orientación
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