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domingo, 20 de noviembre de 2016

Tratamiento de la fiebre en niños. Los 10 mandamientos . Actualizado 2022

Cuando tratamos la fiebre tenemos que recordar que sólo tratamos un signo, con ello no desaparece la enfermedad que lo ha originado.
El objetivo no es por tanto hacerla desaparecer del todo, como se empeñan muchos padres y no pocos pediatras, sino que el niño esté más confortable mientras gestiona la enfermedad.
No es un objetivo razonable que el niño no tenga una sóla décima más por encima de 37ºC como muchos piensan.
Si no has leído los artículos anteriores dónde explico otros aspectos sobre al fiebre, te animo a hacerlo antes de continuar, los tenéis en la etiqueta de fiebre del Blog; aquí el enlace del primero de la serie, fiebre en niños, cuando consultar.




Para "combatir"la fiebre podemos optar por las llamadas medidas físicas o bien por los fármacos.

Las medidas físicas serían el equivalente a abrir la ventana para disipar el  calor en la analogía de la habitación que os contaba el otro día.  Tiene la ventaja de ser "natural" pero el inconveniente de ser incómoda para el niño y tener eficacia limitada en el  tiempo. Poco útil para una fiebre "de verdad"como única medida.
Desabrigar al niño (siempre que esté confortable) ayudará a disipar calor, los paños de agua fría pueden ayudar, pero evitaremos friegas con alcohol o baños con agua fría. Yo no lo he visto porque soy muy joven, je, je, pero me contaron que en Urgencias de la Paz hace años había una bañera que llenaban con agua y hielos para los niños que llegaban con fiebre alta, pobrecitos..
En cuanto a los fármacos o antipiréticos, que actuarían bajando el termostato de la habitación, tenemos 3 opciones: paracetamol, ibuprofeno y metamizol, de los que hablaré a continuación.
La aspirina que muchos recordarnos de nuestra infancia ya no se recomienda para tratar la fiebre porque puede desencadenar un proceso muy grave, el síndrome de Reye. Ya desde la antigüedad se usaba la corteza del sauce blanco como antitérmico ya que contiene salicina, precursor del ácido acetilsalicílico (Aspirina).



                                                                       Satix alba o Sauce blanco


El naproxeno es similar al ibuprofeno, pero en España no está disponible en jarabe.

1) PARACETAMOL. 
Sería la primera opción. Es un fármaco seguro y sin apenas efectos secundarios a las dosis recomendadas. Es un eficaz antitérmico (baja la fiebre) y un buen analgésico (quita el dolor). Alcanza su efecto antes que el ibuprofeno, pero el efecto dura menos, por lo que debemos darlo cada 4-6 horas. Lo importante es no pasar de la dosis máxima diaria, por el riesgo de toxicidad hepática. Al tener dosis máxima diaria, esta dosis que daremos será más baja si lo damos cada 4 horas y más alta si la pauta es cada 6 horas.
Aquí en el blog no voy a hablar de dosis, eso se lo dejo a vuestro pediatra. Si comentaré que hay un rango de dosis recomendado bastante amplio, lo que explica que a veces os manden dosis diferentes, cosa que a veces os despista un poco. También puede haber diferencia entre lo que indica el prospecto (recomendaciones generales orientadas por edad y peso aproximado) y lo que os indica el pediatra (que lo calcula por el peso exacto).
Un problema es su mejorable sabor, algunos niños lo rechazan (no tantos), pero sobre todo que los padres perciben que es menos potente que el ibuprofeno (quizás porque dura menos la acción y claro "la "fiebre vuelve" y eso da mucho miedo. Esa creencia tan extendida de que el "paracetamol no sirve para nada" se repite como un mantra de madre a madre, y tiene como consecuencia que casi todos los padres usan casi exclusivamente el ibuprofeno, tema que a mí personalmente me preocupa.
La vía oral es preferible a la rectal, que es más errática en cuanto a absorción, aunque sin duda es una buena opción para los pequeños que vomitan a voluntad (qué ricos son los niños  ¿verdad?).

2) IBUPROFENO.
Además de un eficaz analgésico y antipirético, tiene acción anti-inflamatoria, ventaja que no tiene el paracetamol. Esto puede ser necesario en el caso de una otitis o una artritis, pero no para la mayoría de las infecciones. Además suprimir la vía inflamatoria que es la respuesta de nuestro organismo a la agresión no tiene por que ser bueno necesariamente.
Otra desventaja es que sí puede tener efectos secundarios incluso a dosis correctas, como gastritis y sangrado digestivo, afectación de la función de las plaquetas y sobre todo daño a nivel renal. En los últimos años se han publicado trabajos haciendo hincapié en el riesgo que puede suponer el uso de ibuprofeno en niños con un nivel de hidratación "justito", cosa que ocurre no sólo en procesos de gastroenteritis, sino en muchos procesos febriles en los que el niño pierde líquido de más por al fiebre y toma menos menos por el malestar que tiene. Esto no quiere decir que el ibuprofeno no sea útil y seguro, insisto, sólo tenemos que ser prudentes.
También tiene una  dosis máxima diaria, y al durar más la acción lo podemos dar cada 6-8 horas. 
No se recomienda en lo menores de 6 meses porque no se hay suficientes estudios de seguridad, pero tu pediatra puede individualizar según el caso.
Los jarabes suelen saber mejor que los del paracetamol, de hecho algunos de vuestros hijos son yonkis como bien sabéis. No hay presentación rectal. Hay marcas con y sin sacarosa, yo prefiero sin, aunque lo más importante es que a tu hijo le guste el jarabe para que no te lo escupa a la cara.
Importante recordar que hay dos concentraciones del fármaco, al 2% y al 4%, recomiendo tener una sóla en casa para evitar errores. En mi opinión es mejor la concentración del 4% ya que supone menos cantidad de jarabe que el niño tiene que engullir.


                                                                Popular marca de ibuprofeno, tal como la pronuncian algunos padres 
                                                                                                                    


3) METAMIZOL.
Conocido por muchos en España como Nolotil®.
Tiene acción analgésica y antipirética potente, pero es de segunda línea, por el riesgo de un efecto adverso muy infrecuente pero muy grave, que es la afectación grave de la médula ósea con agranulocitosis. Aquí en España lo usamos con cierta alegría, pero en EE.UU lo retiraron en 1979 y no lo han vuelto a usar. Es cierto que han salido investigaciones últimamente que dicen que probablemente es mucho más seguro de lo que se dijo en un principio, pero siempre lo usaremos como tercer recurso. Recientemente han retirado la presentación rectal en España.

4) ALTERNANCIA DE ANTIPIRÉTICOS.
Este tema es apasionante, ha hecho correr ríos de tinta en revistas pediátricas y alimentado encendidas discusiones entre los médicos. La última en mi Servicio hace unos días.
Estos son los hechos:
1)Se puso de "moda" hace unos años entre padres y muchos pediatras recomendar alternar siempre antitérmicos, esto es, dar una vez ibuprofeno y la siguiente paracetamol.
2) Posteriormente salieron varios artículos en revistas prestigiosas dónde no recomendaban esta práctica por el riesgo de que los padres confundieran dosis al usar 2 fármacos distintos (como si fueran tontos) y porque no era más eficaz el uso alternante para bajar la fiebre que el uso de uno sólo.
3) La casi totalidad de los pediatras entendieron que "nunca se pueden dar de forma alterna paracetamol e ibuprofeno" y así se los transmitieron como un mantra a sus pacientes. Esto tiene dos consecuencias:
a) Casi todos los padres usan ibuprofeno, porque si solo puedo usar uno, uso el más " potente" y que dura más. Consecuencia: más efectos secundarios.
b) En las ocasiones que a las 3-4 horas de dar ibuprofeno mi hijo vuelve a tener fiebre, "como no puedo dar paracetamol" le doy ibuprofeno, intoxicando a mi hijo.
c) En el caso menos probable de que decida no intoxicar a mi hijo me planto en la Urgencias del hospital a las 3 de las madrugada para que el pediatra de turno "lo intoxique" por mí.
Esto que parece broma, no lo es y es muy serio. Es la consecuencia de leer sólo por encima la literatura médica y no meditar sobre lo que hacemos. En guías muy prestigiosas como la NICE británica lo dice muy claro.
Es mejor usar como norma general sólo un antitérmico, pero si necesitamos usar otro a las 3-4 horas porque vuelve a subir la fiebre y el niño está incomodo, no hay ningún problema en dar el que no hayamos usado, ósea, alternar paracetamol con ibuprofeno cada 3-4 horas, si es necesario.

5) OTRAS RECOMENDACIONES
- No debemos dar antitérmico como preventivo de la reacción vacunal siempre.
Cómo todo, hay que individualizar y en alguna vacunas como la del meningococo B (que ocasiona fiebre o dolor con más frecuencia) si solemos recomendarla.
- No debemos dar antitérmico antes de que aparezca la fiebre para prevenir las crisis febriles incluso aunque nuestro hijo las sufra; está demostrado que no sirve para nada.
- Es muy importante ofrecer líquidos frecuentes a un niño con fiebre, tiene más riesgo de deshidratarse. Si no quiere agua, el Aquarius© no suele fallar (lamentablemente no me pagan por decir esto).
- No dar un antitérmico cuando tu hijo hierve en fiebre porque le vas a llevar a tu pediatra y así lo ve con fiebre, es un bonito detalle, pero no es necesario. Tu pediatra lo podrá explorar mejor sin fiebre y el encuentro será menos traumático para ambos.
- Si tu hijo vomita el antitérmico antes de media hora, es razonable repetir la dosis.
- Hay ocasiones que después de dar un antitérmico la fiebre no sólo no baja sino que encima sube. Esto es motivo frecuente de alarma y consulta, pero muchas veces damos el medicamento en plena
 "subida de fiebre" y el fármaco puede tardar hasta 1-2 horas en hacer efecto; hay que tener paciencia.
- Tampoco es cierto que todos los niños con sibilancias, pitos o asma no pueden tomar ibuprofeno; esto sólo es cierto para los niños sufren  un raro cuadro que asocia asma, intolerancia a AINEs (anti-inflamatorios no esteroideos), sinusitis y poliposis. Es un cuadro muy infrecuente en niños.
- Tampoco se ha demostrado la asociación entre uso de paracetamol y asma 


En resumen, mis recomendaciones. Los 10 mandamientos del tratamiento de la fiebre 

1) La fiebre no es una enfermedad, es sólo un signo.
2) El objetivo no es "cero fiebre", sino que el niño esté confortable. Es muy frecuente que en el  curso de una enfermedad febril banal nuestro hijo tenga durante algunos días temperaturas de 37-37,5º incluso dando antitérmicos y muchos padres lo viven con angustia: "la fiebre no le baja, doctor". Esto es normal, no es fiebre. 
3) Es mejor iniciar el tratamiento con paracetamol, tiene menos efectos secundarios. 
4) Si realmente no es eficaz cambiaremos a ibuprofeno. En casa sólo tendremos una  concentración de ibuprofeno, preferiblemente al 4%. 
5) Si la fiebre es "pesada" y vuelve a subir a las 2-3 horas, podemos alternar ambos, es decir, dar paracetamol, a las 3 horas ibuprofeno, a las 3 horas paracetamol.... Esto sólo será necesario en contadas ocasiones.
6) Si aún así la fiebre no baja, podemos usar de forma puntual metamizol, si  las 2 horas de dar el último antitérmico no vemos efecto. 
7) Evitaremos sobre-abrigar al niño (esto incluye el clásico abrazo madre-oso-manta) y si lo tolera bien y le alivia, le podemos poner unas compresas húmedas (no heladas), pero no como medida única.
Prohibidas las friegas con alcohol, baños de agua helada y demás put.........
8) No usaremos ibuprofeno si el niño tiene vómitos repetidos, diarrea, nos han dicho que está un poco deshidratado, orina poco, o tiene problemas renales ( o tener sólo una riñón).
9) No usaremos antitérmicos de forma preventiva, ni ante la vacunación, ni para prevenir las convulsiones febriles, ni para evitar "que vuelva a subir la fiebre".
10) Ofreceremos líquidos de forma frecuente y siempre nos concentraremos en el bienestar del niño y no tanto en la fiebre.











2 comentarios :

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Interesante artículo. y buen humor al escribirlo.gracia por los 10 mandamientos.me han servido

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